domingo, 11 de septiembre de 2011

Tiendas de campaña.

De hecho sabemos que si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace tenemos en Dios un edificio, una casa eterna  en el cielo, no construida por manos humanas. (2 corintios 5:1 NVI)

En mi adolescencia asistí a varios campamentos del club de conquistadores, en estos campamentos dormíamos en tiendas de campaña, algo que a mi me resultaba incomodo, pero de todos modos me gustaba ir, pues allí me encontraba con mis amigos y disfrutaba de su compañía y ocurrencias durante el fin de semana; en cierta ocasión llovió tanto que las tiendas se llenaron de agua y lodo y tuvimos que dormir parados, en otro campamento las tiendas de campaña estaban en un pedregal y cuando nos levantábamos al día siguiente sentíamos dolores en todo el cuerpo, causados por las piedras;  cuando estos campamentos terminaban y yo llegaba a mi casa sentía que vivía en un palacio y le daba gracias a Dios por mi cama y por darme la oportunidad de vivir en este tiempo con electricidad, nevera y computadoras.
El versículo que leímos al inicio nos dice que el cuerpo en el que vivimos es una tienda de campaña, es decir que cuando seamos transformados y estemos junto al señor para siempre dejaremos esta tienda de campaña y viviremos en las gloriosas mansiones celestiales, ojala y este campamento terrenal termine pronto y podamos llegar a nuestro hogar donde podremos descansar, donde no habrán ciegos, ni cojos, ni sordos, porque esta tienda de campaña pasará y estaremos en el lugar mas maravilloso, el lugar donde Dios esta, nuestro hogar celestial.
ESTE MUNDO NO ES MI HOGAR.

1 comentario:

  1. Excelente análisis... Me encantó la selección del texto. Muy buena la perspectiva.

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